"EN LA HUMEDAD gris y blanca de la mañana, las lavanderas tallan su ropa. Entre sus manos el mantel se hincha como pan a medio cocer, y de pronto revienta con mil burbujas de agua. Arriba sólo se oye el chapoteo del aire sobre las sábanas mojadas". del libro De noche vienes de Elena Poniatowska

Algunas de éstas mujeres, además de lavanderas eran parteras, y como parte de su trabajo estaba el cuidar a la madre antes, durante y después del nacimiento del niño o la niña; se hacían cargo de las tareas domésticas, el lavado de pañales y la ropa de toda la familia y, si podían, amamantaban al pequeño.
El oficio de lavandera lo ejercían negras y mulatas, que luego lavar la ropa y ponerla a asolear, acostumbraban a quitarse los vestidos que llevaban puestos (generalmente el único que tenían), lavarlos y bañarse, lo que provocó el escándalo de los vecinos en la ciudad, por lo cual se debieron buscar espacios alejados para esos lavados.
Fuente La alquimia de las lavanderas
"Solitarias o en grupos, escribieron sus huellas en trillos o puliendo con sus lavados, las rocas planas, junto al agua , con la misma ternura de su fuerte brazo y mano que acaricia al niño en su pecho, trataba las prendas de vestir. //... realizaban cotidianamente esas tareas, incluidas las pericias del planchado y remendado, muy común entonces y que hoy , la vanidad y la soberbia las denigra. Aun no eran muy conocidas las piletas de hormigón , nacidas en las ciudades y que como un gran adelanto, fueron sustituyendo esos sacrificados viajes a los cursos de agua". Lavanderas de Antonino Cabana Fuente: Revista Raíces

Fotos:
Lavanderas en el Miguelete y Mediomundo. Flickr
Monumento a la Lavandera, foto de Jorge González